(...)Al parecer, bastaba con tocar la gelatina unos segundos para infectarse de su potencia alquímica. Además, era capaz de volver real aun los más excéntricos y secretos divagues de grupos enteros de sedimentos y rocas que llevaban siglos y siglos en la profundidad de la mina esperando volver a la vida. Un día, el carbón, por ejemplo, reclamó su lugar no solo en el desarrollo técnico del planeta. Igual que el aluminio reclamaba un lugar como creador de imágenes y formas de vida, en lo cultural y lo estético.(...) Fragmento del texto de Alfredo Aracil
fechas
ABRIL 2021
texto
Alfredo Aracil
trastienda
nicolillo