Florencia Bohtlingk, Bruno Grisanti, Juan Calcarami, Nushi Muntaabski, Paloma Klenik, Florencia Cacciabue, Enzo Luciano, Nicolás Dominguez Nacif
Esta es la 3ra edición de Paramí, una cofradía de pintores y amigues que se reúnen todos los años en PM.
Esta edición a la que hemos llamado Paramí también, es muy especial: Tenemos el honor de exhibir y custodiar unos tesoros de incalculable valor para la memoria de esta ciudad y de estas tierras: la presencia espiritual y de avanzada del mítico artista Juan Calcarami que desde el mas allá nos agasaja con una serie de sutiles, ancestrales y futuristas tintas y una témpera en la que reverberan las vibraciones telúricas serranas. Son también estos sismos comechingones los que se pueden sentir en las pinturas al óleo de Bruno Grisanti, pintor que se retiró al cerro Champaquí y en esos parajes de altura cristalina en los que a través de su pincel se puede sentir la vida silenciosa de cuarzos y algarrobos.
Son misteriosos los senderos de la Pintura Paramítica. El cerro Champaquí se hace presente, fue morada postrera de Calcarami y la actual de Grisanti, sus casas son vecinas en territorio pero no en el tiempo. Ambos se encuentran en un rulo cuántico e inesperado en el barrio de Retiro de la ciudad que los vio nacer.
Un gorjeo de palomas anuncian la presencia de su reina pintora, la novel bella y virtuosa Paloma Klenik que hace su debut imbuida en la magia de las fantasías interespecies, intempestuosas,
eróticas y urbanas de unos pequeños y delicados óleos.
Nushi Muntaabski y Florencia Cacciabue nos traen las voces de los jardines de Ingeniero Maschwitz, unas ramas entreveradas de Nushi irrumpen en el cielo de la sala y las telas de Cacciabue teñidas con tintes vegetales y con técnicas tradicionales de las comunidades originarias del norte del país visten el recinto, acobijando la exhibición en un útero vegetal
Los anfitriones de PM, Enzo Luciano y Nico D. Nacif de la mano de la entrañable amiga y hada madrina Flor Bohtlingk presentan sus propias obras que son viajes a futuros sin humanos, rituales del candomblé y pájaros del Rio de la Plata.
Paramí es una mitología de pintores y artistas que se pierda en los paisajes de nuestras latitudes, deberíamos hablar de la tradición de pintorxs y escritorxs que sintieron-pensaron el paisaje argentino, la desmesura en la imperturbabilidad.
Lxs paramí contemporáneos tienen olfato para conectar con asuntos y vibraciones populares. Y además tienen plantas mágicas y guías para viajar muy lejos sin moverse de casa. No en vano, sus telas proponen una suerte de sincretismo dentro del sincretismo, un canal radiofónico que emite en una frecuencia alienada, esto es, por fuera de estereotipos e identidades.
Saber-se extranjero, hijxs de emigradxs o exiliadxs, que si bien han sabido responder con gratitud a la hospitalidad no olvidan la violencia de su condición privilegiada.
cierre
10 de octubre
cuento epistolar
nico y flor
Juan Calcarami
Contemplación de la China, 1978
Tinta sobre papel
38 x 63 cm
Bruno grisanti
Sin título, 2022
óleo sobre tela
100 x 150 cm
Paloma Klenik
Palomas y palomos, 2022
Óleo sobre lienzo
79 x 66 cm
Florencia Bohtlingk
Casa de Bruno, 2019
Témpera sobre papel
32 x 48 cm
Nicolas Dominguez Nacif
Pomba Gira, 2022
Acuarela sobre tela
50 x 34 cm
Enzo Luciano
Aparición II, 2022
Óleo sobre lienzo
20 x 20 cm
FLORENCIA CACCIABUE
SIN TITULO, 2022
Tusor con tinte de Quebracho, manto de hierro y cañas de Bambú
50 x 120 cm