(...) Para siempre iba a ser el anfitrión de un innombrable huésped. Decir “para mí” nunca sería lo mismo que estar a solas. En la oscuridad interior, se consumó el desastre: la liquidación, la última frontera, una extinción infinitesimal de base necrofílica. El fuego grabó en su mente un murmullo: se prueba la mortalidad mientras se eliminan todas las rutas a la muerte.(...) Fragmento del texto de Alfredo Aracil
fechas
junio 2021
texto
Alfredo Aracil